La Historia del Mate
(Lo que todo buen matero tiene que saber)
Al
llegar los conquistadores a estas tierras, notaron que los nativos practicaban
el ritual de juntarse a beber una infusión a los que los guaraníes llamaban ka'ay,
siendo ka'a: ‘hierba’, e y: ‘agua’.
La
expresión «mate», nace del vocablo quechua matí,
que significa calabaza (el recipiente para
beber mate suele ser hecho de calabaza). El mismo se tomaba a través de una
cañita denominada tacuarí, en cuyo extremo se colocaba una semilla
ahuecada que hacía las veces de filtro.
También
se lo ha llamado «té del Paraguay» u «oro verde» por el alto valor que tuvo
sobre todo en tiempos coloniales.
Por
extensión, los conquistadores denominaron de esta manera a la infusión
elaborada a partir de la yerba (Ílex paraguayensis).
En portugués se
llama chimarrão (‘cimarrón’), aunque especialmente en Río Grande del Sur también se utilice la palabra mate).
Los conquistadores que veían a los nativos
tomarlo, tenían la creencia de que el mate era una «hierba del demonio» por
desconocer su práctica. Sostenían además que era una bebida de haraganes, ya
que los nativos dedicaban varias horas por día a este rito.
El mate se originó como un rito de los
nativos guaraníes en el territorio que hoy ocupa el Paraguay y las provincias
argentinas de Misiones y Corrientes, los
guaraníes sepultaban los restos de sus seres queridos y en ese mismo lugar
plantaban yerba mate, luego que la planta crecía, la cosechaban y la tomaban en
«rueda» con sus familias de la misma manera que se realiza hoy en día. Los
nativos guaraníes realizaban estos ritos porque creían que de esa manera el espíritu
de sus seres allí enterrados iban a crecer con la planta de yerba mate y pasar
a través del mate a su cuerpo y permanecer con ellos. También solían plantar
donde enterraban a sus parientes distintos tipos de vegetales comestibles
porque creían que así crecía mejor la planta.
Los españoles observaron que a los guaraníes,
el mate los fortificaba para el trabajo y en caso de necesidad les servía de
alimento. Hacia 1714, su uso se había extendido a Bolivia y Chile. Los ingleses
de Chile (que se ocupaban de la trata de esclavos traídos de África) vieron que
también beneficiaba a los negros, lo probaron y lo llevaron a Londres, donde
fue muy bien recibido. Incluso se pensó en reemplazar el tradicional uso del té
por esta bebida, ya que era más provechosa e incluso más barata; pero como las
misiones jesuíticas del Paraguay eran su único productor, y el comercio del té
les reportaba tan buenas ganancias, se desechó la idea.
Según al antropólogo Daniel Vidart, el mate
es algo más que una bebida. Es una tradición que vence las costumbres
aislacionistas del criollo y
empareja las clases sociales... y a través de los tiempos, es el mate quien
hizo la rueda de amigos, y no la rueda quien trajo al mate. Y no solo eso,
también es un símbolo para todo aquel que se aleja de su país natal (Paraguay,
Uruguay, Argentina, Chile, algunos estados de Brasil y Bolivia) y encuentra en
él una remembranza y un enlace con su tierra.
La forma de preparación del mate fue
transmitida por los guaraníes a los colonizadores españoles y portugueses (en portugués se
terminó llamando chimarrão). Con el transcurso del tiempo fue adoptada
como bebida tradicional de los pobladores de Paraguay, Argentina, Uruguay, parte de Brasil y de Bolivia,
llegando a difundirse su consumo hasta Chile. Durante el siglo XIX era común que en Chile el mate se preparara con
el "palito" de la yerba mate, lo cual hacía una pequeña diferencia en
el mate consumido por los chilenos.
El mate sigue siendo una infusión de gran
popularidad en casi todos los países mencionados, sobre todo en Argentina y
Uruguay, teniendo la particularidad de que es bebido diariamente por gran parte
de la población. En Uruguay es usual ver que se lo consuma en la calle,
mientras se espera el transporte (incluso dentro del mismo de forma no
permitida) o simplemente mientras se camina al trabajo. No es extraño observar
en algunos programas de televisión a algún conductor con su termo y mate
mientras realiza su labor. En Argentina es muy común tomar mate en los viajes;
a su vez, es usual ver a la gente tomando mate en plazas o parques. Cabe
aclarar que el mate en Argentina y Uruguay no suele ser una bebida de consumo
individual, sino que es costumbre compartirlo entre conocidos. En estos dos
países el mate forma parte de la actividad cotidiana en muchos hogares y, en
algunos casos, en oficinas, donde es muy común ver a profesionales trabajando
frente a sus computadoras con el termo y el mate acompañando su actividad. Es por sus
características y por su bajo costo la bebida por antonomasia del
estudiante universitario en estos dos países. El paraguayo medio está
constantemente consumiendo yerba mate. Lo toma caliente de mañana antes del
desayuno. Y después del desayuno hasta la hora de la comida lo toma en forma de
tereré. Después de la siesta, el tereré continúa, normalmente interrumpido por
la merienda, y en días de mucho calor sigue hasta la cena.
En Chile, desde el siglo XX el consumo
del té y el café han dejado a nivel urbano en segundo o tercer plano la costumbre de beber mate,
presentándose gran parte de su consumo en las zonas rurales. Sin embargo, su consumo se acrecienta por parte de la juventud
chilena, especialmente universitaria, debido a la relación existente con
Argentina y Uruguay. Por otra parte es más común beber mate en el sur de Chile
que en la zona norte de dicho país, y es muy popular sobre todo en la Región
de Aysén, en la zona
próxima a Coyhaique.
También el mate es una bebida muy común y muy popular entre los presos o
población carcelaria de todo Chile.
El mate posee una vajilla especial: el
recipiente principal (el mate o porongo), la bombilla, la pava y ―añadido desde el siglo XX― el termo.
A este conjunto se suma frecuentemente un ensamble portátil (casi siempre
constituido principalmente con metal) que reúne dos recipientes: la
"yerbera" (es decir el recipiente en donde se deposita la yerba para
cebar el mate) y la "azucarera" para el mate dulce.
Incluso la "pava", usada en Argentina, con la cual se
calienta y vierte el agua para el mate suele ser especial. Es muy semejante a
una tetera, aunque su pico tiene una muesca que facilita el vertido con un
chorro fino del agua caliente dentro de los recipientes. Incluso existen
bandejas especiales con molduras para acomodar la vajilla precitada y el plato
en el cual se colocan galletitas o
"facturas" con las que tradicionalmente se
acompaña el mate.
El
mate argentino introducido en Siria
En 2009 Siria compró el 67% de la yerba mate
exportada porArgentina. La
visita del presidente de Siria, Bashar Al Assad, a Argentina no es lo único que hay en común
entre ambos países.Argentinos y
sirios comparten la afición por el mate, lo cual hace al país de Medio Oriente
el mayor importador de la yerba. El doctor Ahmad Ali comenzó a beber mate en su ciudad natal en Siria,
Aleppo, cuando tenía 10 años y desde entonces nunca lo ha dejado. La introducción
del mate en Siria se habría iniciado con la gran inmigración de ese país
hacia Argentina que
se registró entre los años 1850 y 1860, según relata el gerente de la Cámara de
Comercio Argentino Árabe, Pablo Fodaro.
Tan común es el mate para los sirios, que hoy
es el primer país de destino de la yerba argentina. Siria fue el mayor
importador en valor y volumen, con 71.2% y 67% respectivamente, del total
exportado por Argentina en 2009. Otros mercados relevantes para la exportación
de mate argentino son Chile,Estados Unidos, España, Brasil y Uruguay,
aunque todos en menor proporción, agrega un informe publicado por el Ministerio
de Agricultura de Argentina. El estudio de mayo de 2009 afirma además que las
importaciones de yerba mate de Siria provienen actualmente en su totalidad
desde Argentina. Siria
se mantiene como el mercado destino más relevante de la yerba mate argentina.
Los uruguayos consumen al año 400 millones de
litros de mate (a razón de un litro de agua cada 80 g de yerba) en un mercado que importa 32 millones de kilos al año y
factura cerca de US$ 90 millones. El consumo de mate supera incluso al de todas
las marcas de refrescos juntas que, según datos de la consultora Id Retail,
venden al año cerca de 290 millones de litros. No importa la edad ni el nivel
socioeconómico, tampoco la hora del día ni el lugar; el consumo de mate en
Uruguay logró cortar transversalmente a la sociedad y el producto es elegido
hoy por ocho de cada diez uruguayos, siendo el país el mayor consumidor de mate
en relación con su cantidad de habitantes.
El mate en
hogares argentinos
Un estudio del Instituto de la Yerba Mate
muestra que la infusión tiene una presencia del 98% en las casas del país. El
Instituto Nacional de la Yerba Mate encargó el estudio a la firma GEA Research
For Strategy, el cual comprendió a 5.000 hogares de las capitales del país,
consultados por vía telefónica. La encuesta estuvo dirigida a conocer cuánto,
quiénes y cómo se consume la tradicional infusión criolla.
El consumo del mate está extendido por todo
el país y es bien cotidiano: se disfruta 6 de los 7 días de la semana. Además,
es transversal a todos los niveles económicos y sociales.
El mate no es sólo uno de los principales
productos cosechados y exportados por la Argentina. Es también uno de los más consumidos en el
interior del país y, sobre todo, una marca de distinción de la cultura
argentina…Al menos en 98% de los hogares locales.
El mate no es una bebida. Bueno, sí. Es un
líquido y entra por la boca. Pero no es una bebida. En este país nadie toma
mate porque tenga sed. Es más bien una costumbre, como rascarse. El mate es
exactamente lo contrario que la televisión: te hace conversar si estás con
alguien, y te hace pensar cuando estás solo. Cuando llega alguien a tu casa la
primera frase es ´hola´ y la segunda ´¿unos mates?´
Así homenajeó Lalo Mir al mate en el programa
Lalo Bla bla, de Radio Mitre en Argentina.
Permiso. Disculpen que me entrometa tan descaradamente. Me gustó mucho el desarrollo de la Historia del Mate y la introducción de la Yerba Mate a Siria. Siempre se aprende algo sin importar la edad que uno tenga. Un abrazo. Mito Mercerat
ResponderEliminarGracias Celsin, Yo también aprendí mucho, gracias por leernos. Te mando un fuerte abrazo!
ResponderEliminarGracias Manuel, Un abrazo gigante!
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