El Gauchito GIL
(de HORACIO C. VIALE)
La pregunta no respondida es si constituye un Mito, una Leyenda o si es un Santo profano de la cultura popular y guaraní, lo único realmente cierto es que forma parte de creencia popular de su tierra.
Creencia que con el pasar del tiempo se extendería a todos los lugares de la patria y que movilizaría la fe de devotos de lugares distantes, como Chile, Uruguay, Paraguay y Brasil.
Se llega a la conclusión, que es un santo profano por el hecho de que no es reconocido como santo por ninguna iglesia sea del Credo que sea.
Con una cruz o bandera rojo punzó, llegan todos los 8 de enero cerca de 350.000 personas a venerarlo al lugar donde su cuerpo descansa a una legua de la ciudad de mercedes en la provincia de Corrientes. Tal es la masividad del evento que en el año 2008 las autoridades provinciales movilizaron doscientos cincuenta efectivos policiales, quince motos y 10 automóviles a fin de dotar el destacamento policial ubicado dentro del predio del santuario. Resalta su popularidad el hecho de que la Virgen de Itatí, patrona de la provincia legitimada por la iglesia católica, reúne apenas 200.000 personas
No existe una única versión de quien era o de cómo vivió, lo cierto es que viviera entre los años 1840 y 1870 aproximadamente en la región de Pay Ubre hoy conocido como departamento de Mercedes en el centro de la provincia de Corrientes. Antonio Mamerto Gil Núñez o Antonio Gil, era hijo de campesinos criollos de descendencia española de doble apellido y probablemente criado religiosamente según las costumbres predominantes en la región las guaraníes.
Después de la emblemática batalla de pago largo ocurrida al sur de la ciudad de Curuzú Cuatiá el 31 de marzo de 1839 entre las tropas que obedecían al gobierno de Buenos Aires quienes dominaban la región de Corrientes a través de su gobernador el coronel Genaro Verón de Astrada y las tropas del rebelde Brigadier Pascual de Echagüe pertenecientes a la provincia de Entre Ríos. A raíz de la derrota del coronel Aztrada predominaría en la región la doctrina política unitaria.
Entre los años 1864 y 1870 la región del litoral argentino se teñiría de sangre por causa del sangriento enfrentamiento entre Uruguay Argentina y Brasil contra el pueblo del paraguay.
Se recluta en la región de corrientes Misiones y entre ríos por parte de la milicia argentina comandada por los caudillos locales de cada una de las regiones a todos los varones mayores de 16 años y allí es reclutado Antonio Mamerto Gil Nuñez.
Excelente soldado y distinguido por su valor, Antonio Gil se distingue entre sus compañeros de armas. Con la muerte de Zolano López y el final de la guerra los regimientos argentinos y uruguayos se instalarían en la provincia de Corrientes para ser posteriormente reagrupados.
En diciembre del año 1870 se produce en corrientes una gran convulsión política entre los liberales y los conservacionistas que desencadenara en las batallas de Cañada de Tabaco y de Ifrán, donde cayeron heridos de muerte los coroneles colorados Aguirre y Cáceres.
Después de las mencionadas batallas el coronel de la franja conservadora o celeste Juan de la Cruz Zalazar, convocó a todos los hombres que pudiesen luchar, de la localidad de Pay ubre hoy departamento de Mercedes, a que se presenten en su estancia, bajo la pena de ejecución por degüello en caso de insubordinación al mando natural o caudillaje zonal. Con estas tropas formadas avanzaría sobre las tierras del sur de la provincia controladas por cabecillas colorados.
Antes de entrar en combate cuenta la leyenda popular que Antonio Gil, se le habría presentado en sus sueños un anciano Envuelto en una nube y que le dijera en guaraní que no derramara sangre de hermanos. Era según él interpretara Ñande Yara Entris para el uno de los dioses más sabios de la religión guaraní.
En medio de la noche abandona el contingente junto a dos soldados orientales.
El batallón continúa su marcha y se toma nota de la deserción, la batalla no se realizó, el Coronel y sus tropas regresan a sus tierras. El Coronel Zalazar hace formar una partida que lo buscaría a Antonio lo apresaría y ejecutaría, en el mismo lugar donde fuese hallado. Deambulando por el territorio controlado por las tropas del caudillo Zalazar y reconocido por la población como soldado desertor es obligado a esconderse en los montes junto a sus dos compañeros.
En los montes escondido y prófugo se habría unido a un grupo de bandoleros, quienes cuatrereaban en las inmediaciones de Mercedes.
Quizás se interpreta que Antonio Mamerto Gil Nuñes habría intentado llegar a la ciudad de paso de los libres ciudad fronteriza con la de Uruayana en la rivera del brasil. para luego huir al país vecino.
Antonio Gil según el relato popular poseía poderes de curandero e hipnotizador por los cual se lo respetaba en la región. Como un verdadero Robin Hood criollo la fama de ayudar al necesitado y de ser necesario interceder ante los pequeños caudillos del lugar para que se respetara al desahuciado crecía como así su fama y proezas entre los habitantes de la región.
En Goya al conocerse la noticia de la deserción del distinguido soldado, el coronel Velásquez ubicado en dicha ciudad se apersona ante su par Zalazar, para informarle que el fugitivo sirvió bajo su mando en el Paraguay donde este se desempeñara con valor en la batalla y hasta en una oportunidad le habría salvado la vida en un duro campo de batalla.
Por el respeto que Zalazar sentía por Velásquez, ordena la aprensión de Antonio Gil Núñez pero en lugar de ser ejecutado por desertor debería ser remitido a la ciudad de Goya para enfrentar un juicio por deserción, y como alternativa le propone a Velásquez que si este juntara el pedido y firma de 20 notables de la zona de Mercedes solicitando clemencia por de Antonio Gil encargaría a la partida que buscaba al fugitivo que cesasen con su comisión. En seis días Velásquez regresaría con su solicitada y el coronel Zalazar cumpliría con su promesa.
En un 8 de enero posiblemente del año 1874, después de la fiesta de San Baltasar una partid` policial lo apresa a Antonio Gil quien no ofrece resistencia alguna al igual que sus dos compañeros de deserción, por conocer la orden impartida por Zalazar. Se encontraba en un despacho de bebidas de la zona de Mercedes.
A pesar de las órdenes de Zalazar los soldados lo trasladan al prisionero a la vera de un cruce de caminos que lindaban con la estancia “La estrella” a una legua de Mercedes.
Según se acostumbraba en la época se ejecutó bajo el cargo de intento de fuga al prisionero, con el único objetivo de ahorrarse el viaje a Goya. En el caso de Antonio Gil se cree que lo colgaron de los pies a un árbol de quebracho y que el rastreador un indio lo degolló.
Antonio Gil le dice al Sargento encargado de la partida, no me mates, la orden de mi perdón está en camino. A lo que el Sargento replica “¿vos crees que te vas a salvar con eso?”
La respuesta de Antonio Gil fue “No, vos lo mismo me estas por degollar, pero te digo algo más, cuando llegues a Mercedes, junto con la orden de mi perdón te van a informar que tu hijo se está muriendo de una mala enfermedad, y como vos vas a derramar mi sangre inocente, invócame para que interceda ante Dios por la vida de tu hijo, porque suelen decir que la sangre del inocente suele servir para hacer el milagro”.
Cuando la partida regresó se recibió la confirmación de todo lo dicho, el sargento en su desesperación invocó al muerto y al día siguiente su hijo estaba fuera de peligro. El matador arrepentido construyó una cruz de Ñandubay (planta autóctona), y la llevó al hombro, a pie desde el pueblo hasta el lugar donde se derramó la sangre, y juro ante la cruz no volver a usar el uniforme.
Al conocerse en mercedes el terrible acto de crueldad que se había cometido con el inocente, los humildes a los cuales Antonio Gil había ayudado, empezó a prender velas blancas a los pies de la planta de la cual el mártir fuera sacrificado.
Al finalizar los conflictos entre los celestes y los colorados las velas fueron cambiadas velas coloradas, y el lugar fue cubierto por banderas del mismo color ya que este fuese el que en vida identificara la fracción política liberal de Antonio Mamerto Gil
Desde ese momento, en cierta oportunidad, el dueño de la estancia “La Estrella”, cuyo casco está cerca del lugar de culto, solicitó y consiguió permiso para trasladar los restos al cementerio de Mercedes ya que estaba molesto por la constante peregrinación y el permanente prendido de velas, lo que hace peligrar los campos aledaños. Pero al decir de este estanciero desde ese mismo momento no pudo descansar y comenzaron las desgracias a rondar la estancia, por lo que dejó todo como estaba.
Los testimonios son innumerables, en el lugar de culto se suman día a día placas de bronce en agradecimiento a su intervención, en los periódicos locales agradecimientos por los favores recibidos, personas cultas o no respetan la veneración al “Gauchito”, en definitiva solo es cuestión de FE.
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