sábado, 1 de octubre de 2011

Pilchas Gauchas II

Botas de potro
La ‘bota de potro’ es, por excelencia, la más típica de las prendas gauchas. Su nombre se debe a que estaban hechas de cuero de potro; podían ser tanto de caballo, como de yegua o potrillo, aunque se daba preferencia a los animales ya desarrollados, pues ese material resultaba de mayor duración. Para hacerlas, se sacaba entero el cuero de las patas traseras de un potro; una vez limpios de todo pellejo y bien sobados, esos tubos de cuero, con la parte del pelo hacia afuera -dejándolo o afeitándolo, a gusto de su dueño- se amoldaban a las piernas
y pies del hombre; el ángulo que forma el garrón servía de talonera, y la parte superior, ajustada con un tiento o una liga, de caña.
Las puntas de la ‘bota de potro’ se dejaban, a veces, abiertas totalmente o en parte, y por esa abertura salían los dedos del pie, que los jinetes llevaban desnudos para estribar ‘entre los dedos’, o sea de acuerdo con las costumbres de aquella época.
Una bota similar a la descripta, menos frecuente, pues sólo la usaban los gauchos ricos o elegantes -resultaba cara y poco durable- era la que se confeccionaba con cuero de tigre o gato montés, dejándole el pelo con todo su colorido.



  

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