lunes, 12 de diciembre de 2011

AL HOMBRE DE CAMPO - Poesía de Rubén Sada

Hombre de campo que habitas 
en la tierra y la cultivas 
y recoges el noble fruto 
de tierra virgen y suelo bruto. 

Campesino, tú que cosechas 
canciones tristes y endechas, 
y esperas alegre y con fe 
que la tierra producto dé. 

Ejerce paciencia labrador, 
pues no es vana tu ardua labor 
solo hay que saber esperar, 
y mientras mantener y cuidar. 

Remueve la tierra y planta 
sembrando lo que mas te encanta; 
quita los yuyos y riega 
que llegará el tiempo de la siega. 

Que los cielos lluevan para ti 
y te bendiga Dios y te haga feliz, 
sabiendo que esta alegría 
es el fruto de lo que sembraste un día. 

Hombre de campo, tú que miras 
al sol con el rostro bronceado, 
tu frente suda y transpiras 
por tan duro haber trabajado. 


Tus manos se han encallecido, 
tus pies se han enrojecido, 
trabajaste duro y tendido, 
con lluvia o sol, calor o frío. 

Aunque te sientas solo y herido 
nunca, nunca te des por vencido, 
multiplicarás tu fuerza productiva 
y derrotarás hasta a la sequía. 

Y luego de una gran jornada 
de muchas horas trabajadas 
descansarás, tú y tu familia 
tranquilos, durante la vigilia. 

No te desvíes campesino, 
continúa por tu duro camino, 
pon mucho empeño y experiencia, 
trabajando con sabia conciencia. 

Sé que sos un pequeño puntito 
dentro de este universo infinito, 
pero sigue esta vida alegre y sana, 
sigue sembrando, segarás mañana.




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